El estado financiero del Distrito de Barranquilla, el pago de las acreencias contempladas en la ley 550 fue el motivo de la nota  editorial del diario El Tiempo este domingo 19 de agosto.

Con el título ‘Barranquilla, a flote’, el periódico destaca la calificación nacional AAA de la firma Fitch Ratings Colombia y la calificación internacional BBB.

Se resalta el manejo de las finanzas en los dos períodos del alcalde Alejandro Char y de la exalcaldesa Elsa Noguera (2012-2015).

El siguiente es el texto completo del editorial.

Muchas veces, el torrente de noticias que impactan a la sociedad, por lo general de tono negativo, se lleva por delante las que son positivas, que, desde luego, merecen destacarse y reconocerse. Es el caso de Barranquilla, que, por cierto, acaba de sacar adelante, con lujo de detalles, los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que dejaron, además de una muestra de buena organización, unos escenarios deportivos que, eso sí, deben ser bien aprovechados.

Aparte de ello, la Puerta de Oro acaba de lograr un triunfo importante que tiene que ver con la administración de esa capital, con la comunidad –que sobrepasa la cifra de 1’200.000 habitantes– y con el país en general. La firma calificadora Fitch Ratings Colombia confirmó la calificación nacional AAA e internacional BBB para ese distrito por la sanidad en el manejo fiscal y financiero. Esto le permitió hacer manejable una deuda de 1,5 billones de pesos y, por ende, luego de 16 años, de la Ley 550 o acuerdo de reestructuración de pasivos.

Claro que es una gran noticia, pues esta calificación es un semáforo en verde hacia el progreso, puesto que ello significa una repotenciación de su capacidad financiera, implementar más proyectos de desarrollo urbano –que han sido reconocidos en los últimos años–, mayor capacidad de generar recursos propios y, así mismo, pagos oportunos de las obligaciones. Es decir, una maniobrabilidad financiera que no tenía en los tiempos recientes, pero que ha reconquistado a pulso en las administraciones de Elsa Noguera y Alejandro Char.

Más allá de todo esto, representa confianza de la banca y sus habitantes; quiere decir que ha demostrado un modelo eficiente de gestión y se han sabido manejar los dineros en bien de la sociedad, pues la ciudad ha alcanzado mayores desarrollos. Ese debe ser el fin de los gobernantes, en todo caso, pero no siempre se logra. Le queda a la alcaldía distrital seguir el camino andado, con prudencia y paso firme.

Nota Editorial Diario EL Tiempo, Domingo 19 de agosto de 2018